La intervención se realiza habitualmente bajo anestesia general y su duración es entre 2 y 4 horas. Se realiza levantando la piel y grasa del abdomen para tensar los músculos abdominales (que se separan entre sí tras los embarazos dando lugar a un abdomen distendido característico) y remodelar la cintura como si fuera una faja interna, reponiendo el ombligo en su posición adecuada.

Al finalizar la intervención se coloca un tubo de drenaje para eliminar el exceso de fluidos que pueda acumularse en la zona y  una faja abdominal. El tiempo de ingreso suele ser de 1 ó 2 días.

Aunque pueda parecer lo contrario, ésta no es una intervención dolorosa. Las molestias vienen dadas principalmente por una ligera sensación de tirantez y la incomodidad de evitar movimientos de torsión del tronco y realizar cualquier esfuerzo abdominal.

Los pacientes podrán reincorporarse a su trabajo en 2 ó 3 semanas en trabajos sedentarios y 1 ó 2 semanas más en trabajos físicos. La faja abdominal se mantiene durante cuatro semanas tras la intervención. La cicatriz que se extiende desde la zona superior del pubis hasta las espinas ilíacas queda oculta con la braga o el bikini.