El fin de la blefaroplastia superior es eliminar el exceso de piel o la piel redundante o excesiva de los párpados superiores; la blefaroplastia inferior elimina las bolsas de grasa de los párpados inferiores.
El fin de la blefaroplastia superior es eliminar el exceso de piel o la piel redundante o excesiva de los párpados superiores; la blefaroplastia inferior elimina las bolsas de grasa de los párpados inferiores.
La blefaroplastia es específica para cada paciente, diseñándose la pauta a seguir previamente tras las exploraciones en consulta. La intervención dura 1 hora en la blefaroplastia superior, y entre 1 y 2 horas la blefaroplastia inferior, realizándose ambas con anestesia local y sedación para una mayor comodidad del paciente durante la cirugía.
El resultado de las cicatrices de blefaroplastia quizás sean los más espectaculares de toda la cirugía plástica. Las incisiones se practican habitualmente en la línea natural del pliegue del párpado superior y en el borde de las pestañas del párpado inferior en la cirugía de bolsas, siendo prácticamente imperceptibles tras el proceso de cicatrización. El paciente queda ingresado durante unas horas tras la intervención, siéndole dada el alta hospitalaria en el mismo día. Los puntos se retiran sobre el 5º-6º día.
El postoperatorio en esta cirugía no es doloroso, presenta mínimas molestias como sensación de tirantez, picor o lagrimeo ante la luz intensa durante unos días. El proceso de recuperación es de aproximadamente una semana, pudiendo habitualmente reincorporarse a la actividad social sin que queden signos evidentes de una intervención quirúrgica.
La blefaroplastia no elimina las «patas de gallo» ni las «ojeras» oscuras o pigmentadas. Tampoco levanta las cejas caídas, pero se puede combinar con una cirugía concreta para este problema.